El juego debe ser una actividad de ocio, controlada y consciente. Sin embargo, cuando comienza a perderse el control y surgen consecuencias negativas —económicas, familiares o emocionales—, puede convertirse en un problema grave. Aquí encontrarás información esencial para entender esta situación y saber dónde pedir ayuda.
¿Qué es el juego problemático o la ludopatía?
La ludopatía, también llamada trastorno del juego, se caracteriza por un impulso incontrolable de jugar pese a las consecuencias negativas.
En España existe una Estrategia Nacional sobre Juego Responsable, impulsada por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que promueve la prevención y la asistencia.
👉 www.ordenacionjuego.es
Señales de alerta
Algunas señales que pueden indicar un problema con el juego son:
- Pensar constantemente en jugar o en recuperar pérdidas.
- Necesidad de apostar cantidades cada vez mayores para lograr la misma emoción.
- Mentir sobre el tiempo o el dinero dedicado al juego.
- Jugar para escapar del estrés o de problemas personales.
- Dificultades económicas, laborales o familiares derivadas del juego.
Consejos para jugar de forma responsable
- Establece un presupuesto y nunca apuestes dinero que no puedas permitirte perder.
- Define un tiempo máximo para jugar y respétalo.
- No uses el juego como forma de evadir problemas.
- Si notas pérdida de control, solicita ayuda profesional.
Más información y recursos en el portal oficial:
👉 juegaresponsablemente.es
Dónde encontrar ayuda en España
Si tú o alguien cercano está experimentando dificultades con el juego, existen recursos confidenciales y gratuitos:
- FEJAR (Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados)
Teléfono gratuito: 900 200 225
Web oficial: www.fejar.org - Jugadores Anónimos España
Programa de autoayuda basado en los doce pasos.
Web: www.jugadoresanonimos.org
Recuerda
Reconocer que existe un problema es el primer paso hacia la recuperación.
Buscar ayuda profesional y apoyo familiar aumenta significativamente las posibilidades de superar la adicción.
Jugar debe ser una diversión, no una necesidad.
